Ojo con los mariscos

Mientras que la seguridad "extrema" fue el tónico en los carnavales, ahora con el inicio de la Cuaresma los ojos se vuelcan a la fiscalización de la calidad de los productos del mar, que son consumidos en gran cantidad por los panameños en esta época. El Departamento de Protección de Alimentos (DEPA) del Ministerio de Salud (MINSA) estará efectuando operativos para comprobar la calidad de los mariscos, en mercados y locales comerciales que se dedican al expendio de éstos.

Reynaldo Lee, director del DEPA, señaló que al comprar pescados se debe observar que los ojos se vean vivos, que no estén hundidos y que las escamas estén bien adheridas al cuerpo, que tenga un olor característico a mar y que no tenga un olor a putrefacto, además de que al presionar el pescado no debe quedar la huella del dedo y las agallas deben estar rojas.

En relación a los moluscos, el doctor señaló que si este mantiene las palmas cerradas, significa que el producto está vivo, que no hay ningún problema, hay que evitar comprar los que estén abiertos. De igual manera se pueden comprar almejas que estén empacadas, porque han pasado por un proceso sanitario.

Por su parte, la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia recomendó a los panameños que si van a adquirir mariscos frescos, deben comprobar que lo sean, observando que la piel sea firme, elástica y sólida, las escamas deben estar brillantes y pegadas a la piel. En tanto, advirtió a los consumidores, si van a adquirir pescados o mariscos congelados, deben poner especial atención a la etiqueta del envase o paquete.

TOME PRECAUCIONESSi va a adquirir mariscos "frescos", compruebe que lo sean, utilice sus sentidos como la vista: observe que la piel sea firme, elástica y sólida, las escamas deben estar brillantes y pegadas a la piel; el tacto: presione la piel del pescado con el dedo y a los segundos debe desaparecer la marca hecha, y el olfato: el olor del marisco fresco es de suave a moderado. Los ojos también merecen una especial atención, porque el pescado fresco tiene los ojos brillantes. Crítica Libre, 8 de febrero de 2008.